«Podemos llegar a perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo a la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz» Platón
¿Qué es la Agorafobia?
Se define como el miedo ante situaciones en las que escapar parece difícil, o en las que se percibe la imposibilidad de recibir asistencia en caso de tener una crisis de pánico.
La agorafobia es una conjunto de fenómenos asociado con alta frecuencia al pánico que se desarrolla como consecuencia del mismo, en la mayoría de los casos.
¿Cómo se manifiesta la Agorafobia?
Mediante la evitación de los lugares que se consideran seguros, como por ejemplo el propio hogar, aunque en los casos de mayor gravedad también se evita estar solos en el propio hogar. De este modo la vida de las personas con agorafobia se limita y estrecha, dejando de realizar acciones eficaces y orientadas a sus valores esperando sentirse o pensar distinto.
Si hay que alejarse del hogar se busca hacerlo con la compañía de alguien que genera seguridad.
Muchas personas evitan el lugar donde ocurrió la primera crisis de pánico. En estos casos el temor se da por condicionamiento, o sea, una experiencia aterrorizante como la experiencia de pánico se asocia a un evento neutral, por ejemplo viajar en ómnibus y a partir de entonces se evita este medio de transportes. Luego, el temor suele generalizarse a otros medios de transportes.
¿Que consecuencias puede ocasionar la Agorafobia?
La agorafobia puede limitar terriblemente la vida de las personas, llevándolas a reducir su campo de acción y sostener lazos de extrema dependencia emocional.
A corto plazo, la intolerancia a sentir ansiedad se convierte en el gatillo de respuestas de evitación y escape.
Cuando el aprendizaje se a asimilado, y la evitación de la experiencia de ansiedad se ha convertido en un patrón de conducta aparecen otras complicaciones.
A nivel psicológico, la representación de sí misma/o queda atravesada por la vulnerabilidad, y esto se extiende al contexto social íntimo, quedando reforzadas las conductas dependientes, de evitación y escape y reduciendo el sentido de competencia y fortaleza.
Poder trabajar, ocuparse de tareas recreativas, sociales, crianza de hijos, desarrollo personal, vacaciones, eventos festivos. Hasta lo más cotidiano puede convertirse en grandes problemas.
¿Cualquier tratamiento psicológico es adecuado?
En este sentido es importante tener prudencia y no caer en procesos que mal gastan la energía, dinero y tiempo.
Hay tratamientos alternativos o tratamientos que, si bien por similitud aparentan, pero no son psicológicos.
Lo indicado es consultar un/a profesional universitario en Psicología con formación en Terapias Cognitivo Conductuales.