Terapia de Aceptación y Compromiso

conocí la Terapia de Aceptación y Compromiso, conocida por su siglas ACT, pasé por diferentes experiencias. Me hice preguntas, tuve dudas si podría ayudar, también sentí inspiración hasta el enamoramiento. Claro necesite experiencia y acercarme a la práctica clínica para comprender cómo transformaría mi forma de trabajar con el sufrimiento humano.L

levando varias décadas de extensos estudios, ACT se ha ido desarrollando hace, aproximadamente, 25 años, y el primer artículo fue lanzado en 1987 por Steve Hayes.

A diferencia de otras corrientes psicológicas y las nuevas oleadas de corrientes new age, que prometen soluciones mágicas o respuestas a todos los fenómenos psicológicos, ACT mantiene un escepticismo saludable, conservando el razonamiento crítico del método científico, aún integrando aquellos procedimientos de atención plena, consciencia sobre sí mismo, aceptación, enfoque en el momento presente, claridad en los valores personales y acción consistente con la vida que queremos construir, basándose en las posibilidades reales.

ACT se desprende de la Teoría de los Marcos Relacionales, el Contextualismo Funcional, uno de los fundamentos de ACT, ilustra cómo el sufrimiento es una experiencia reservada exclusivamente a los seres humanos verbales, nuestro cerebro evolucionado nos permite imaginar, pensar, hacer asociaciones sobre hechos del pasado y del futuro, somos capaces como especie de manipular las condiciones ambientales y biológicas con gran precisión, pero que también ha demostrado tener una repercusión de efectos psicológicos problemáticos.

Por ello ACT hace hincapié en que el sufrimiento humano nace de procesos psicológicos normales, funcionales y evolutivos para la preservación de nuestra especie. Si bien las sociedad moderna hemos ido poniendo un sentido patológico a experiencias internas desagradables, son parte de la conexión con la vida. Según Wilson, Stroshal y Hayes el lenguaje ha surgido a lo largo del desarrollo evolutivo de la especie, más que para que seamos alegres y felices, para escapar del peligro en principio, y luego para la organización y control social.

Debemos ser conscientes del sutrato biológico que hay en el sentir, pensar, motivarnos, hablar, relacionarnos, tan complejo que muchos aspectos escapan a nuestro control.

El paradigma médico tradicional ha sido de influencia en el campo de la psicología, para clasificar y denominar enfermedad a fenómenos que se originan en procesos normales.

Las sociedades modernas y la psicología ha operado desde el supuesto de normalidad saludable -Steve Hayes, Kirk Stroshal y Kelly Wilson- asociando la salud y felicidad como estados equilibrados y naturales de la existencia humana. Y todo proceso desagradable pero completamente normal, y necesario para la adaptación al entorno físico y social, fue considerado patología.

El marco filosófico de ACT es el Contextualismo Funcional que define al comportamiento como la acción de todo un organismo dentro de un contexto en particular y no aislado, todo lo que hace un ser humano es comportamiento incluyendo pensar, recordar, atender, sentir y percibir -Matthieu Villatte, Jenifer Villatte y Steve Hayes-

La base filosófica es el Contextualismo Funcional, un enfoque que comprende a los actos cómo inseparables del contexto situacional e histórico.

Los orígenes de la psicología contextual se remontan a los aportes de B.F. Skinner y su enfoque en el condicionamiento operante y el análisis conductual aplicado. Skinner postuló que el comportamiento humano es moldeado por su ambiente y que el condicionamiento es una herramienta efectiva para modificar la conducta.

Otro importante precursor de la psicología contextual es la teoría del marco relacional de Steven C. Hayes, que se centra en la importancia de las relaciones entre los eventos y la forma en que estos son interpretados y respondidos por las personas.

Esta teoría ha sido aplicada en la terapia de aceptación y compromiso (ACT), que se enfoca en ayudar a las personas a desarrollar una mayor flexibilidad psicológica y una mayor capacidad para responder efectivamente a situaciones difíciles.

Tomando las intervenciones basadas en mindfulness, los modelos que hicieron aportes en esta dirección cómo MBSR, Terapia centrada en Compasión, Terapia de Aceptación y Compromiso, Terapia Dialéctica Conductual, Terapia Cognitiva basada en Mindfulness entre otras.

La Terapia de Aceptación y Compromiso -ACT-es un tratamiento centrado en Procesos, agrupados en el Hexaflex. No se interviene para modificar tanto el contenido de los eventos privados -pensamientos, emociones, sentimientos, sensaciones corporales- o sea para reducir síntomas, sino la relación que cada persona establece con ellos.

Para una vida saludable es necesario poner el foco en Vivir Bien con objetivos centrados en valores, por ejemplo «Estar presente en el rol de madre» «Llevar una vida en contacto con la naturaleza» » «Ser cantante» «Tener una vida espiritual activa» «Ser comprensivo y cálido».

Más que no sentir malestar, buscar el crecimiento propio en acciones que ofrezcan una versión de sí misma/o que sea consistente con lo que resulta agradable ser o la vida que nos gustaría llevar, aceptando lo que no se puede cambiar y tomando coraje para trans

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una modalidad terapéutica desarrollada a finales de la década de 1980 por los psicólogos Steven C. Hayes, Kelly G. Wilson y Kirk Strosahl. Surgió como respuesta a la necesidad de abordar el sufrimiento humano de una manera más efectiva y compasiva.

En lugar de luchar contra pensamientos dolorosos o emociones difíciles, la ACT enseña a las personas a aceptar plenamente estas experiencias como parte natural de la vida humana. Por ejemplo, en lugar de intentar eliminar la ansiedad, se anima a las personas a aceptarla como una emoción normal y a comprometerse con acciones que estén en línea con sus valores personales, como pasar tiempo con sus seres queridos o realizar actividades significativas.

Un aspecto clave de la ACT es la «defusión», que implica aprender a observar los pensamientos y sentimientos sin identificarse plenamente con ellos. Por ejemplo, imagina que tienes un pensamiento recurrente de que no eres lo suficientemente bueno en tu trabajo. En lugar de creer ciegamente en ese pensamiento, la defusión te permite observarlo desde una distancia y reconocerlo como solo un pensamiento, no necesariamente una verdad absoluta sobre ti mismo.

Otro componente esencial es la clarificación de valores, que implica identificar qué es realmente importante en la vida de cada persona. Por ejemplo, un valor importante podría ser la conexión con los demás. Al tomar decisiones basadas en estos valores, en lugar de en reacciones automáticas a las emociones o pensamientos, las personas pueden vivir una vida más auténtica y satisfactoria.

En resumen, la ACT promueve la aceptación de las experiencias internas, el compromiso con acciones significativas y la conexión con los valores personales como camino hacia una vida más plena y satisfactoria.

Espero sea orientativo en la búsqueda de tratamientos!