«La vida no es un problema a ser resuelto, es un misterio para ser vivido.» Mahatma Gandhi
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un diagnóstico que se refiere a personas que han aprendido a vivir con preocupación crónica, contracturas musculares, problemas de sueño, estado fisiológico de alarma, dificultad para afrontar problemas, tendencia a procrastinar y
Su expresión ante todo abarca las áreas cognitivas y fisiológicas, manifestándose un estado de preocupación (rumia) continúa con activación emocional-fisiológica en torno a la ansiedad limitando al individue en el desempeño de su vida.
Un criterio central en el diagnóstico es que los síntomas deben existir durante un período previo mayor o igual a los seis meses, según el Manual diagnóstico y estadístico DSM-V, vale aclarar que hoy priorizamos una perspectiva transdiagnóstica y entendemos los desordenes psicológicos como Trastornos de Evitación Experiencial, desarrollado por la Psicología Contextual Conductual, base de la Terapia de Aceptación y Compromiso.
Las personas afectadas se encuentran preocupadas con una frecuencia superior al resto de los seres humanos por eventos problemáticos reales e imaginados, también se observa que las preocupaciones comprenden una amplia gama de eventos, tendiendo a atribuir a los hechos cotidianos de la vida la categoría de problemas severos y con dificultad para diferenciar un problema leve de uno moderado a grave.
Se puede escuchar a las personas con largos listados de preocupaciones que les mantienen en un estado de alerta y vigilancia desagradable, con temores a que algo malo ocurriese, llegando a perder la capacidad de disfrutar de los momentos de la vida presentes, previendo y experimentando internamente la vulnerabilidad para controlar los eventos del futuro.
Los eventos percibidos como amenazantes, son maximizados y minimizada la capacidad para afrontarlos.
Es muy común que la persona que padece TAG presente un elevado nivel de activación fisiológico, experimentando impaciencia, cansancio, problemas para concentrarse o tener la mente en blanco, estado de animo caracterizado por irritabilidad, contracturas musculares habituales, insomnio (temprano, intermedio y tardío).
Es un desorden psicológico que trae intenso malestar, se ve significativamente afectado el funcionamiento en las distintas esferas de la vida.
La preocupación es un fenómeno cognitivo adaptativo, que en la especie humana ha dado resultados efectivos para la supervivencia.
Su función es la de anticipar en el campo mental (expectación ansiosa) posibles peligros, asimismo generar alternativas de solución, antes de implementarlas en acción. Por lo tanto es una forma de evitar los peligros.
El nivel de alerta con el que conviven las personas con TAG es muy elevado, el proceso cognitivo es evitar imágenes e ideas con un contenido altamente catastrófico, a su vez esto mantiene y aumenta la respuesta de ansiedad.
Por ejemplo:
Una persona con preocupación por la seguridad de un ser querido, tiene imágenes catastróficas de que lo golpean e inmediatamente tiene pensamientos negativos “¿y si se quedó sin batería en el celular y le pasa algo?” “¡uy! no me llama, se demoró mucho (´15)” esto conduce a conductas evitación como solicitar a su familiar que le llame al llegar o le envíe un mensaje de texto intentar distraerse y no acceder a esas imágenes temidas, y conductas de reaseguro realizar reiteradas llamados para comprobar que se encuentra a salvo (evita la imagen visual cuyo contenido es como le golpean a este ser querido para robarle).
La preocupación se ve reforzada por el hecho de que la persona evita las imágenes catastróficas, las sensaciones fisiológicas desagradables (propias de la ansiedad) y lo supuestos acontecimientos terribles.
Las personas con TAG tienden a distorsionar los eventos de la vida e interpretan que está justificado preocuparse.
Hay algunas asociaciones como que preocuparse es igual a ser buenas personas, amar, ser responsable, estar con los pies en la tierra, etcétera, dependiendo el caso.
Si sucede algo negativo refuerza la creencia de que era razonable preocuparse. Asimismo si asocian que si no se preocupan entonces pueden encontrarse sorpresivamente con un evento suponiendo que no tienen recursos para afrontarlo asertivamente.
Las dificultades para soportar la incertidumbre propia de la vida es una de las grandes responsables de la inflexibilidad psicológica.
Es habitual que haya comorbilidades con otras afecciones psicológicas como orgánicas, entre ellas puede coexistir con otros trastornos de ansiedad (trastorno de fobia específica, trastorno de pánico, trastorno depresivo mayor, distimia, déficit atencional, trastorno de hiperactividad, tics. Entre las disfunciones de índole orgánica son frecuentes sobre todo los trastornos gastrointestinales, también puede coexistir con desordenes por fatiga crónica, jaquecas, diabetes y cardiopatías.
Cuando hablamos de preocupaciones podemos reconocerlas como algo familiar. Todos hemos estado ante una situación problemática en la mente, teniendo dificultades para dejar de pensar en ello. Es común buscar e imaginar diferentes intentos de solución, hasta que podamos decidirnos por una alternativa, dando impulso para llevarla a la acción.
El problema surge cuando no son las situaciones problemáticas las que llevan a este proceso de la información, sino cualquier evento neutro o poco amenazante, conduciendo al individuo preocupado a desorganizarse, sin poder discriminar entre estímulos amenazantes de los que son neutros o inofensivos, centrando la atención en las cualidades amenazantes.
Se caracteriza por la prevalencia de la visión de sí misme asociada a la creencia de que no se tienen los recursos personales suficientes para afrontar el evento estresante, los problemas menores o elevados están en las misma categoría, habiéndo un déficit para evaluar la diferencia.
Y ante todo la preocupación se convierte en el obstáculo para comprometerse con acciones valiosas, perdiendo de su repertorio conductual cualquier acercamiento a lo que resulta importante y disfrutable.
Tienen que emplear todo el tiempo mental y conductual en resolver algo o preocuparse para evitar lo peor.
Tratamiento en Ansiedad Generalizada
La Terapia de la Conducta para el TAG se asocia a :
- Activación conductual centrada en valores
- Práctica de atención plena-mindfulness
- Entrenamiento en relajación
- Exposición emocional
- Exposición con prevención de la respuesta
- Ensayo conductual
- Técnicas de resolución de problemas
- Psicofármacos
Tratamientos que muestran ser efectivos para el tratamiento de la ansiedad.